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Cuando faltan unas horas para cerrar el primer mes del almanaque de 2019, recurre a la memoria la frase escrita en mi blog El Lugareño tras la efervescencia popular por el medio milenio de la ciudad: ¿SE ACABÓ?

Claro que no.

Los lugareños de la otrora Villa de Santa María del Puerto del Príncipe no han cejado durante cinco años en sus esfuerzos de un plan coherente para mantener y, aun más, remodelar el patrimonio tangible de la capital de la provincia de Camagüey, en la región centro oriental de la Isla.

De la mano y el pensamiento inspirador de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey (OHCC), sin financiamientos extraordinarios o bajo un halo de misterio  se han llevado a cabo variados proyectos atractivos y funcionales que constituyen orgullo por la tradición histórica y cultural en una de las localidades más antiguas del país.

Para un reglo especial de cumpleaños el 2 de febrero 2019 otra vez se  apeló al espíritu de pertenencia, al orgullo por el terruño,  la laboriosidad, que siempre ha caracterizado a los hombres y mujeres de esta comarca de pastores y sombreros, como nos calificara el Poeta Nacional Nicolás Guillén, camagüeyano por más señas.

Los mecanismos de engranaje de la comunidad recibieron un incentivo a partir del mes de mayo del año anterior, cuando la OHCC lanzó la campaña de comunicación para incentivar la civilidad, el respeto y cuidado de la ciudad de Camagüey, bajo el lema Ciudad que vivo, ciudad que soy.

Sin dudas resulta, además, la promoción como destino turístico de excelencia de la Villa Principeña, una parte de la cual fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, en el año 2008.

La autoestima del camagüeyano se ha regenerado en los últimos meses y ya presenta a los visitantes obras estelares como único bulevar temático ferroviario en Cuba. Las instalaciones como la antigua estación de ferrocarriles y el Hotel Plaza, muestran una tradición  que data de 1851, gracias al tesón de Gaspar Betancourt Cisneros “El Lugareño” y que a inicios del siglo XX contribuyó al desarrollo económico de la localidad. Otros espacios abrirán sus puertas en el transcurso del presente año.

Entre las decenas de proyectos y tareas por los 505 años de la ciudad sobresale por sus dimensiones y propósitos el Recinto Ferial edificado en antiguos espacios abiertos y cerrados de la Planta Eléctrica –inoperante desde hace años para la localidad– el cual constituye un amplio complejo expositivo, gastronómico y recreativo. Lo primero que se habilitó fue el  anfiteatro para el disfrute de alrededor de seis mil espectadores. El dos de febrero se inaugura allí ExpoCam, el principal salón comercial de la región.

Razones tenemos muchos camagüeyanos para el festejo en una de las villas más antiguas de Cuba y América, nacida originalmente en Punta de Guincho, Bahía de Nuevitas, bajo el amparo de la virgen de la Candelaria, venerada por los marineros y en localidades costeras.