Abdala, patriotismo a flor de piel

El amor, madre, a la Patria
No es el amor ridículo a la tierra,
Ni a la yerba que pisan nuestras plantas
Es el odio invencible a quien la oprime,
Es el rencor eterno a quien la ataca.

En esos versos está la síntesis del concepto martiano de patriotismo más allá de intereses personales o posesiones materiales. Abdala es la primera pieza de José Martí con méritos literarios y artísticos, publicada en el primer y único número del  periódico La Patria Libre en enero de 1869.

Esta es considerada su primera obra dramática y también una abierta confesión de fe y compromiso, al trasladar en las imágenes del guerrero árabe en los desiertos africanos, la proyección de otro joven igualmente rebelde en medio de  la guerra contra la colonia española (1868 – 1878), que ya había estallado y con la que era consecuente.

Martí publica el poema a pocos días de cumplir 16 años esbozando sus ideales y ofreciendo una visión anticipada de su propia vida. Corrían  entonces los primeros combates de la Guerra Grande. Nubia es un pequeño país del continente africano invadido por los árabes donde se desarrollan las acciones del poema, base para señalar alegóricamente la situación política de entonces en Cuba.

El conflicto del hombre contra sus semejantes, la disyuntiva entre el amor maternal y el amor a la Patria son los hilos conductores de la trama, a tal punto que sobresale la caracterización moral del personaje sobre la física.
¿Adónde vas? Espera!
¡Oh madre mía! Nada puedo esperar.
¡Detente Abdala!
¿Yo detenerme, madre? ¿No contemplas el ejército ansioso que me aguarda?
¿No ves que de mi brazo espera Nubia la libertad que un bárbaro amenaza?
¿No ves cómo se aprestan los guerreros?
¿No miras cómo brillan nuestras lanzas?
Detenerme no puedo, ¡oh, madre mía!
¡Al campo voy a defender mi Patria!

El poema “Abdala” fue publicado en la única edición del mencionado semanario y Martí lo hizo acompañar de una indicación importante: Escrito especialmente para la Patria.

Por eso son tan consecuentes con la  propia existencia de Martí las palabras que dice el personaje protagónico a la Madre en una de las escenas: ¿Acaso crees que hay algo más sublime que la Patria? El hombre que amó más a Cuba que a su propia vida, desde muy joven plasmaba ese sentir…