Saldar una deuda con África

Para muchos cubanos se presentó la oportunidad de retomar el camino allende los mares, hacia aquellos lugares desde donde había partido siglos atrás, encadenados, separados de sus familias, creencias y tradiciones, más de un millón doscientos mil hombres y mujeres, como un fenómeno económico para el enriquecimiento de los colonialistas españoles.

La Revolución Cubana no solo se consagró a la defensa de la patria socialista, sino que se propuso rectificar un error en las consideraciones de nuestra Historia y saldar una deuda con África.

La crueldad y los abusos del conquistador español eliminaron la totalidad de los aborígenes en Cuba. Como decreció esa fuerza de trabajo en los yacimientos de oro y la agricultura para el sustento de los nuevos pobladores de la isla, los ojos de los europeos blancos se dirigieron a tierras africanas, donde fueron a cazar la mano de obra que era vendida como mercancía para sustituir a los pocos nativos con vida por los negros mejor dotados físicamente y resistentes a las condiciones infrahumanas de trabajo.

Teníamos compromisos de sangre pendientes y la necesidad de materializar sueños de justicia, pues llegado el momento aquellos africanos y sus descendientes nunca dudaron en sumarse a las filas del Ejército mambí en todas sus guerras por la independencia del colonialismo español, en proporción aproximada de siete de cada diez insurrectos.

En 25 de mayo de 1963 se fundó en Addis Abeba, capital de Etiopía,  la Organización de la Unidad Africana (OUA)  — hoy Unión Africana—,  con la presencia de 32  mandatarios africanos dispuestos a la libertad de aquellos países del continente africano que estaban todavía bajo el dominio colonial en los años 60.

Para esa fecha tan reciente en el triunfo de la Revolución Cubana, el pueblo argelino, que aún no se había librado de la cruel opresión francesa,  recibió el primer aporte internacionalista, cuando en enero de 1962 se compartieron con el Frente de Liberación Nacional los fusiles de fabricación norteamericana que habían sido capturados al ejército del tirano Fulgencio Batista.

El 24 de mayo de 1963 también arribó a la nación argelina la primera brigada médica cubana.

Durante 56 años ha llevado a cabo en tierras africanas la combinación: profesionales  de la salud, especialistas en distintos campos científico-técnicos, constructores,  educadores, al igual que reservistas, soldados y oficiales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias que se involucraron en las guerras anticolonialistas y de liberación.

No se puede escribir sobre la epopeya cubana en África sin mencionar los contactos  que en el año 1964 realizó Ernesto “Che” Guevara con varios dirigentes de movimientos de liberación para ver cómo Cuba podía ayudarlos. Destacada y ejemplarizante fue la presencia del comandante rebelde al frente de una columna de guerrilleros cubanos en el Congo (ex colonia belga).

Más de trescientos mil cubanos y cubanas atesoran en su corazón la experiencia internacionalista en los casi dieciséis años que duró la “Operación Carlota”  en Angola, la ayuda a los etíopes contra la invasión de Somalia, así como en otras naciones como Guinea-Bissau, Guinea y Cabo Verde, Zambia, Zimbabwe, y Mozambique.

Por estas razones, la celebración del Día del África cada 25 de mayo es genuina para decenas de miles de cubanos y cubanas quienes coinciden en remembranzas de anécdotas, retos y situaciones complejas  de los años de intensa colaboración en tareas de la salud y misiones militares de nuestro país con las naciones africanas que fortalecían su independencia del colonialismo europeo.

 

http://www.fidelcastro.cu/es/internacionalismo/argelia)

http://www.granma.cu/mundo/2019-05-20/la-hermandad-que-une-a-cuba-con-africa-20-05-2019-23-05-23

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=203870