El Estado cubano destina cada año más de cinco millones de pesos a los gastos de la Seguridad Social, la cual beneficia a cerca de un millón 700 mil jubilados y pensionados. Otra partida del presupuesto nacional salvaguarda a cerca de 600 mil personas adultos mayores, discapacitados y a madres trabajadoras de hijos con discapacidad severa.
Igualmente, Cuba dispone de 126 Hogares de Ancianos y 240 Casas de Abuelos que atienden a personas de la tercera edad; a estas instituciones sociales se suman miles de Círculos de Abuelos, modalidad de atención y socialización de ese segmento poblacional en comunidades urbanas y rurales, a través de ejercicios físicos, paseos y otros agradables encuentros.
Dado el reconocido envejecimiento poblacional por el que atraviesa el país, se han habilitado más de 30 servicios hospitalarios de Geriatría y un Centro de investigaciones sobre longevidad y envejecimiento, mientras que en cada policlínico trabajan Equipos multidisciplinarios de atención gerontológica, que garantizan la atención a los adultos mayores frágiles y en estado de necesidad.
El promedio de vida de los cubanos hoy está entre los más altos del mundo y en ello se destaca la atención que prestan miles de familias a sus ancianos, quienes son reconocidos y respetados en el hogar.
Nuestro José Martí escribió con mucho respeto acerca de este grupo etario: «No hay cosa más bella que amar a los ancianos; el respeto es un dulcísimo placer… Los ancianos son los patriarcas»